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  • Foto del escritorCarlos Agudelo Montoya

La belleza en el tiempo

El retrado de Dorian Gray (1890)

Óscar Wilde (Dublín, 1854 - París, 1900)

Un hombre joven es elogiado por su belleza debido a un retrato suyo pintado por un artista amigo. Al verse frente a la imagen de sí mismo, descubre que es cierto aquello de que la pintura es una verdadera obra de arte, hasta ahí es normal hablar de que un joven se sienta agasajado cuando le resaltan sus cualidades físicas, además, desde que el ser humano tiene memoria escrita de su existencia, ha hablado de la belleza como uno de sus grandes objetivos, incluso, en múltiples culturas han existido dioses que la representan. La particularidad de la novela de Óscar Wilde radica en las consecuencias en la vida de Dorian Gray después de pedir nunca dejar de ser joven y bello.

¿Cómo sería nuestra vida si no tuviéramos consecuencias negativas de nuestros actos? ¿Sobre qué basaríamos nuestras ambiciones, si la juventud nos fuera eterna? Dorian vive una vida de libertinaje que se vuelve comidilla del Londres de finales del siglo XIX, pero ¿qué importancia tiene lo que los demás hablan de tu vida, si has elegido vivirla desde el placer? “El placer es la única cosa digna de tener una teoría”, le enseña su amigo más querido.

Wilde a través de extensos diálogos le presenta al lector las vicisitudes de su personaje tras asumir el hedonismo como el centro de la existencia. La novela, fraccionada en veinte capítulos, divide la narración en dos momentos de la vida del protagonista: el primero inicia cuando Basilio termina el retrato de Dorian y este descubre que puede hacer de su vida lo que desee sin reflejar en el rostro las consecuencias de sus actos; por su parte, el segundo momento comienza quince años después de una vida lisonjera, y cómo el eterno joven aumenta su aprensión de enfrentar la muerte.

Aunque El retrato de Dorian Gray fue publicada en 1890 y representa una forma de vivir casi extinta, sus reflexiones sobre la relación del hombre con la belleza y el temor frente a los cambios inevitables del cuerpo humano, continúan siendo una buena posibilidad de pensarnos, más aún ahora cuando la imagen tiene un papel tan preponderante, definiendo incluso la calidad de la existencia.

Imagen tomada de pixabay


Aunque El retrato de Dorian Gray fue publicada en 1895 y representa una forma de vivir casi extinta, sus reflexiones sobre la relación del hombre con la belleza y el temor frente a los cambios inevitables del cuerpo humano, continúan siendo una buena posibilidad de pensarnos, más aún ahora cuando la imagen tiene un papel tan preponderante, definiendo incluso la calidad de la existencia.
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